
En plena adolescencia (ya que, a la velocidad con que se desarrolla la red, dicen que cada año vale por siete), el blog sigue casi como al principio: centrado en cuestiones empresariales pero sin enfocarse sobre un nicho concreto, donde los temas que se comentan no son aquellos de los que más sabe el autor sino al revés, aquellos por donde va discurriendo mi curiosidad en cada momento.
Del pasado año a éste, lo más destacado ha sido el cambio de dominio, que se produjo sin grandes problemas aunque me pusiera a cero el marcador de Technorati. A título personal, me he incorporado a algunas redes por las que no me sentía muy atraído al principio: Facebook, Twitter y alguna cosilla más. Aunque me entretienen, no consigo encontrarles excesiva utilidad (ni siquiera a LinkedIn, con todo lo maravilloso que dicen que es). Tampoco consigo (ni conseguiré) bajar de los 800 feeds sin leer en el reader, por lo que siempre voy con retraso en la conversación.
Me acostumbré a recibir demasiada información sin por ello preocuparme en exceso; a veces olvido cosas importantes y a veces hago grandes descubrimientos. Y aunque he aprendido cómo ser más selectivo, sigo pensando que es difícil encontrar el grano entre la paja.
Me sigue encantando el papel (actúo como si perteneciera a la generación digital pero tengo reminiscencias "analógicas" :)
Por último, me congratula que, aunque seguramente fuera el post más off-topic del blog, el artículo sobre Noel Odell haya contribuido a difundir la historia de este alpinista poco conocido, ya que se trata del artículo más visitado del blog: ha recibido visitas todos y cada uno de los días desde su publicación hace un año y medio. Hará una semana, él solo, tuvo más de 70 visitas en un día.