A resultas de un artículo leído esta mañana donde de forma, en mi opinión, un tanto agorera nos anticipan una posible estanflación (ralentización del crecimiento económico con inflación, que es una situación difícil de controlar), he vuelto a pensar un rato sobre las perspectivas económicas.
A la vista de unos datos de previsiones de crecimiento regional que conocí el otro día en la jornada de presentación del Informe Socioeconómico que todos los años elaboramos en el Consejo Económico y Social de Castilla-La Mancha, me planteé qué iba a ocurrir en términos de empleo. Como no he encontrado previsiones, he hecho unos numeritos por mi cuenta: es lo bueno que tiene no ser economista, que uno puede aventurarse a estas cosas sin tener demasiado pudor.
Me cojo al bueno de Okun y analizando las series correspondientes a los últimos seis años, a groso modo veo que para que la economía española reduzca su tasa de desempleo debe estar creciendo por encima del 3% o incluso algo menos. El dato que obtengo para Castilla-La Mancha sería del 3,4% aproximadamente.
Dado que las optimistas previsiones del Gobierno de España para el próximo año son de un crecimiento del 3,3%, siempre que finalmente se cumpliesen, según esto cabría esperar que en España siguiera reduciéndose el desempleo, pero no ocurriría así en Castilla-La Mancha.
Por supuesto que todo esto es muy matizable. La componente de la inmigración en el mercado de trabajo, cuya atracción es de esperar que se minore, la proximidad a nuestra tasa natural de desempleo (por cierto, excesivamente alta en mi opinión) y sobre todo la posibilidad de que haya errado en los cálculos, hechos con demasiada premura (son por mera curiosidad personal, tampoco me gano la vida haciendo previsiones :)).
Adicionalmente, también me comentaba el otro día un gran conocedor de estos temas que, a pesar de posibles menores creaciones de empleo, la pirámide de población invertida que tenemos hace que cada vez se incorporen menos personas al mundo laboral, por lo que no temía un repunte del desempleo.
Sobre la estanflación que arriba comentaba, a pesar del shock de oferta permanente al que estamos sometidos por la subida del carburante y de otras materias primas, que se están trasladando a los precios, no me parece a mi que haya un peligro cierto con los datos que tenemos hoy, si bien hay que reconocer que es uno de los muchos temas que engrosan la creciente lista de la que tiene que preocuparse el Ministro de Economía, al que parece que se le están anticipando los problemas.
miércoles, 31 de octubre de 2007
viernes, 26 de octubre de 2007
Yo soy yo y mi "egosincrasia"

Egosincrasia: dícese de la forma de actuar de una persona como consecuencia de su propio ego, en muchas ocasiones artificialmente sobredimensionado.
Por supuesto que la palabra egosincrasia no existe (me la he inventado) pero puede dar respuesta al porqué de algunas de las cosas que ocurren a nuestro alrededor. Si lo llevamos al mundo de la empresa, podría justificar el porqué de algunas decisiones, en ocasiones trascendentales pero difícilmente explicables desde un punto de vista de lógica estrictamente profesional.
A la hora de analizar qué decisiones podría tomar una empresa de la competencia ante una situación o momento concreto, es muy importante conocer la egosincrasia de su máximo directivo.
Creo que en algún momento también comenté sobre cómo la forma de actuar del directivo se traslada al resto de la empresa, contribuyendo a crear su cultura.
Esta disertación sin mayores pretensiones me ha venido a la mente con motivo del lapsus de una comentarista radiofónica, que esta mañana ha dicho algo así como "posteriormente escucharemos al asnalista para conocer su opinión sobre los mercados". En ocasiones los trueques de letras pueden crear palabras con significado.
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directivos
domingo, 21 de octubre de 2007
La acción sin reflexión es poco productiva

Una de esas herramientas, quizás la más conocida, es el análisis de Pareto que, como su nombre indica, proviene del principio enunciado por el italiano Wilfredo Pareto. Es el autor de la famosa regla 80-20, según la cual el 80% de los efectos provienen del 20% de las causas.
El análisis de Pareto sirve para identificar cuál o cuáles de entre varias son las decisiones más efectivas para solventar un problema. La idea es que, identificando correctamente la acción más eficaz, con el 20% del trabajo se conseguirán el 80% de los resultados.
Su uso es la mar de sencillo: escribir en una hoja (o en el portátil, que eso va en gustos) los problemas que se quieren resolver, dando a cada uno de ellos una importancia mediante un valor numérico (no es hacer un ranking de prioridades, sino asignarles un valor de importancia, por ejemplo de 0 a 100). A continuación, relaciona cada solución planteada con los problemas que resuelve, agrupándolos de esta forma. Acto seguido, suma la puntuación obtenida por cada solución y la de mayor puntuación es la más efectiva.
Para el uso eficiente del tiempo existen herramientas como listas priorizadas de acciones pendientes, siendo importante la identificación clara de las prioridades personales, de tareas que resultan más gratas (y que por lo tanto se suelen hacer mejor) y el conocimiento personal de aquellas capacidades clave, para enfocarse sobre ellas en el trabajo.
Hasta que inventen el alargador del tiempo, los días tienen veinticuatro horas, las tareas son muchas y generalmente casi todo es "importante". Priorizar es clave.
lunes, 15 de octubre de 2007
Me es imposible especializarme (y cómo apoyar a los emprendedores)

Emprendí en su día un proyecto empresarial por mi cuenta y mi experiencia (bien es verdad que fue hace ya unos años) fue la de un sentimiento de desconocimiento así como también cierta frustración por las dificultades administrativas (burocráticas, diría yo) que encontré. Esta última parte está actualmente un poco mejor, aunque dudo que esté razonablemente resuelta.
A la hora de comenzar un proyecto empresarial por parte de personas jóvenes creo que lo que más se necesita es formación, orientación y acompañamiento. Claro que también hace falta otras menudencias (es broma) como, entre otras, el dinero. Pero, aunque insuficientes, actualmente hay algunos instrumentos para conseguir eso, si bien hace falta saber dónde están.
Si desde lo público se decide apostar por promover la creación de nuevas empresas (lo cual es bastante inteligente), el disponer de buenos profesionales para orientación y acompañamiento pienso que es lo crucial. El problema de estos perfiles es que deben estar muy formados, tener experiencia y, en consecuencia, estar bien pagados, y esto es difícil que ocurra en la Administración Pública o en el mundo de las entidades que, con financiación pública, prestan servicios de este tipo. Se me ocurre, y pienso en voz alta, que igual que existen otro tipo de subvenciones a fondo perdido, de formación, de contratación, de bonificación de tipos de interés, etc., podría articularse una especie de cheque pagadero por la nueva empresa a un buen consultor especializado o a una entidad que les ofrezca suficientes garantías de éxito.
martes, 2 de octubre de 2007
Declarado DEFCON-2

Pedir paciencia a los pocos lectores que estoicamente aguanten en el blog y declarar DEFCON-2.
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